CÓMO ACTUAR CUANDO ALGUIEN LLORA

El dolor es algo muy personal e íntimo, y cada persona lo experimenta de forma diferente. Si eres tú mismo/tú misma quién siente ese dolor, la sensación es desagradable, pero puede ser igual o incluso más difícil de sobrellevar si el que siente ese dolor es un ser querido.

A veces nos cuesta entender el sufrimiento, darle sentido, y lo que hacemos es tratar de evitarlo. Nos pasa lo mismo cuando el que sufre es el de al lado, no sabemos como actuar para ayudarle.

La persona que está sufriendo es la que sabe realmente por lo que está pasando, pero esto no quiere decir que los demás no podamos serle de ayuda durante el proceso de elaboración emocional.

¿Cómo puedes actuar cuando alguien cercano lo está pasando mal y se abre a ti?

 

  1. Facilita la expresión de sus sentimientos

Desahogarse es bueno, ayuda a que las emociones se vuelvan menos intensas. El sufrimiento suele ser necesario, hay que pasarlo mal para poder integrar lo ocurrido en nuestra vida y seguir adelante.

Cuando vemos a una persona llorando, nuestra primera reacción suele ser la de intentar tranquilizarla, bloqueando el dolor “no llores…”. De esta forma, lo único que conseguimos es complicar el proceso de recuperación, por eso es importante que facilites la expresión de sentimientos, que la persona que tienes al lado pueda “sacar” lo que le angustia, preocupa o entristece.

 

  1. Permite espacios de silencio

En muchas ocasiones, la mejor forma de decirle a alguien ¨estoy contigo¨, es estando juntos, en silencio. Pero esto es algo que a muchas personas nos cuesta, solemos pensar que esos silencios no son buenos, nos agobian, parece que no sabemos qué decir y entonces, usamos frases como “tranquila que no pasa nada”, “venga que no se acaba el mundo”.

Estas frases, además de no aportar nada, tienen un efecto contraproducente, hacen que el otro se sienta solo e incomprendido. Con este tipo de frases le hacemos ver a la otra persona que su problema en realidad no es tan importante como lo está viviendo y no tiene que llorar por eso, sin embargo, cada uno vive sus problemas a su forma y hay que aprender a respetarlo.

 

  1. Escucha

Deja que la persona experimente su dolorno juzgues, no culpes, y no tengas prisa en dar consejos.

Para poder ofrecer una opinión valida de la situación, primero hay que familiarizarse con la misma, así que escucha atentamente todo lo que el otro necesita decir.

Y, sobre todo, evita interrumpir o contar tu propia experiencia, porque no es el momento… De esa forma se centraría la atención en ti y el problema del otro quedaría en un segundo plano.

 

  1. Contacto físico

Si tienes poca confianza puedes poner tu mano en su hombro, por ejemplo. Pero si la otra persona es un amigo o familiar, el abrazo suele ser lo más acertado, dado que tiene más valor del que imaginamos. Aparte de transmitir seguridad y confianza, reduce la tensión muscular, mejora el estado de ánimo y nos hace sentir acompañados.

 

 

** No olvides que cada uno vive las cosas a su manera y lo primero que debemos hacer es respetar.

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